viernes, mayo 08, 2009

Hoy más que nunca necesario

Casi 40 años lleva esperando el Ministerio del Mar (y Pesca)

Muchos actores de la sociedad chilena apoyan la idea de que crear un Ministerio del Mar (y Pesca), que ordene, fomente y regule la actividad en este “mar que tranquilo nos baña”. Sin embargo, hasta hoy, ningún gobierno ha concretado este anhelo, a pesar del enorme potencial que tiene nuestra porción de océano y de la evidente depredación de los recursos marinos.

Bastantes naciones poseen una cartera dedicada a los asuntos marítimos y oceánicos; como Croacia y Vietnam, países con un litoral harto más pequeño que Chile, en donde contamos con unos 4.300 km de costa. Noruega fue, en 1946, el primer estado que tuvo un Ministerio de Pesca y Asuntos Costeros.

En nuestro país, el sector pesquero y acuícola es uno de los polos productivos con mayor incidencia en el PIB, junto con el minero y el silvoagropecuario. Estos dos últimos sí cuentan con ministerios.

Aproximadamente el 75 % del comercio exterior de Chile se efectúa por mar. En él hay muchos recursos sin explotar, como el gas natural. Nuestras costas son de importante interés turístico.

En 1947 el Presidente Gabriel González transformó a nuestro país en el primero del mundo en proclamar su jurisdicción marítima en un área de 200 millas náuticas.

En Chile la administración de la actividad pesquera se remonta a 1964, cuando se creó, a cargo del Ministerio de Agricultura, un Departamento de Pesca, y la Corfo formó el Instituto de Fomento Pesquero (Ifop).

Cuando estuvimos a punto

A pesar de no estar establecido en el programa de la Unidad Popular, en 1971 Allende decidió crear un Ministerio del Mar. Humberto Martones, que entonces era ministro de Tierras y Colonización, fue nombrado para encabezar la futura cartera. El antiguo político radical cuenta que el Presidente tenía el temor de que al cobre le pasara lo mismo que al salitre, que decayera por la competencia de otros metales o de la fibra de vidrio. “Tenemos que salir a la búsqueda de otras fuentes de riqueza, dijo Allende; debemos mirar hacia el mar. Estamos en la cuenca del Pacífico y existen países emergentes como Japón y Corea. Podríamos ser la puerta para que los productos de esos países lleguen a América del Sur y viceversa”, recordó.

“Queríamos sustituir el consumo de las carnes rojas, ya que ello significaba dependencia del exterior. El producto del mar es muy rico en proteínas, y con ellas podríamos tener gente bien alimentada”.

“Recibimos el apoyo incluso de los parlamentarios de la oposición. El Ministerio del Mar se iba a establecer en Valparaíso, en el edificio que hoy día tiene la Intendencia”.

“A través de una empresa que se llamaba Cor-Pesca, tomamos como Estado el control de las exportaciones de los productos del mar: harina y aceite de pescado, langostinos, camarones. Duplicamos el ingreso de divisas porque los empresarios dejaban la mitad de ellas fuera”.

“Antes de un año se pasó de consumir cinco a 15 kg de pescado por persona. Ese esfuerzo contó con el apoyo de los pescadores artesanales, de los tripulantes de las pesqueras industriales, de los sindicatos y de las juntas de vecinos. De la Unión Soviética trajimos barcos pesqueros que nos permitieron abastecer el consumo”.

“No obstante, tras haber sido aprobado el proyecto en la cámara, fue rechazado en el Senado. Para ese entonces la vida política ya era intratable: los mismos DC que lo habían apoyado, se opusieron a su creación”, narró Martones.

Un participante directo fue Santiago Olmedo, ingeniero en pesca y armador artesanal. “A fines de 1971 se firmó un convenio bilateral pesquero entre Chile y la URSS. Para allá partimos 34 jóvenes, a estudiar a la universidad de Ástrajan; el objetivo era que a nuestro regreso integráramos el nuevo Ministerio. El golpe de 1973 nos pilló en plena carrera, por lo que debimos quedarnos en la URSS; de los que terminaron los estudios, un grupo partió a Mozambique. Hoy no son más de cuatro los que nos dedicamos a esta actividad”, relató Olmedo.

¿Apoyo Transversal?

En 1976 se constituyó una Comisión para el estudio de una Política Oceánica. Entre ese año y 1978 se creó la Subsecretaría de Pesca, bajo la tutela del Ministerio de Economía. También se formó el Servicio Nacional de Pesca.

Durante el primer año de transición democrática (1990), la senadora Laura Soto (PPD) pidió al gobierno que enviara al Congreso un proyecto de ley para crear el Ministerio del Mar. Éste debía tener competencia sobre todas las materias relacionadas con la actividad marítima, portuaria y pesquera, “superando las graves deficiencias que ellas presentan en la actualidad", argumentó. Esa petición contó con el respaldo del Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Jorge Martínez Busch.

Hacia 1992 fue publicada la "Ley General de Pesca y Acuicultura" y diez años después, la llamada “Ley Corta de Pesca”. Desde entonces y hasta el 2008, varios parlamentarios –entre ellos los senadores José Ruiz Di Giorgio (DC) y Alejandro Navarro (PS)- han insistido en el Congreso sobre la necesidad de crear un Ministerio del Mar o de Pesca, para enfrentar los problemas que ha generado esa legislación.

En septiembre, el diputado Alberto Robles (PRSD), presentó un Proyecto de Acuerdo que solicita a la Presidenta considerar la creación de un Ministerio de Pesca. “De no modernizar y fortalecer nuestra institucionalidad al respecto, corremos el riesgo de postergar nuestro protagonismo en la economía marítima internacional y, por tanto, mermar nuestro desarrollo país ostensiblemente”, indicó. Tuvo apoyo de diputados RN y concertacionistas.

Marcelo Forni, diputado UDI, dice no oponerse a la creación de un Ministerio del Mar (y de Pesca). No obstante, cree que primero es indispensable elaborar una propuesta común, clara y de fondo, para el desarrollo del potencial oceánico chileno. Expuso que esto es urgente, pues existe un crecimiento inorgánico de todo lo relacionado con el mar: borde costero, pesca y bahías (como la de Quintero), que está generando múltiples problemas. “Para esto debiera conformarse una Comisión Nacional que elaborara un plan estratégico, que podría tener como una de sus conclusiones la creación de un Ministerio”, acotó.

Según Cosme Caracciolo, secretario de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile, “es una aberración que no exista dicho Ministerio. Toda la gente de mar lo apoya: pescadores, portuarios, marinos mercantes”, afirmó. En opinión del dirigente, la causa de que ningún gobierno “le ponga el cascabel al gato” estaría en los intereses de las grandes empresas pesqueras -con influencia en la DC y la derecha-, que prefieren la desregulación: “a mar revuelto, ganancia de tiburones”, expresó.

El subsecretario de Pesca, Jorge Chocair -consultado por la revista Aqua-, señaló: "lo que anhelo como institucionalidad es un Ministerio de Pesca, pero creo que en el presente no están dadas las condiciones para eso”.

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