Mutualismo chilensis: ¿un gigante dormido?
¿Mutuales? ¿Sociedades de Socorros Mutuos? Lo más probable es que un santiaguino cualquiera asocie a las primeras con la institución de seguridad de
Por Cristian Sotomayor
El mutualismo, no obstante tener como común denominador el guiarse por los principios de la ayuda o apoyo mutuo, se presenta en más de una forma. Así es como existen las sociedades de socorros mutuos, en donde se agrupan personas ligadas por lazos de pertenencia a un barrio o localidad, a un gremio, oficio o actividad. También hay sociedades vinculadas a colonias, como la española, italiana, etc. En todas éstas, el socio coopera con una cuota periódica, y el fondo acumulado es común. En compensación, recibe los beneficios sociales de la entidad. Se encuentran, además, las llamadas “mutuales del cobre”, ligadas a Codelco, en donde el trabajador cotiza por planilla, goza de los beneficios sociales de la institución, pero, por otra parte, va acumulando un fondo de retiro individual, que le es devuelto por la mutual una vez que deja de laborar en una mina. Otra variedad está constituida por las mutuales de seguridad, vinculadas con empresas. En éstas, a diferencia de las anteriores, en que la dirigencia es elegida sólo por las personas asociadas, el directorio es nombrado en forma paritaria, es decir, la mitad por los trabajadores y la otra mitad por los empleadores.
Según el Registro Nacional de Entidades Mutualistas, en Chile existen 518 sociedades. Pero, de acuerdo a los datos que maneja
Legislación e impotencia
Desde la dictación de las leyes sociales de 1925, que le entregó la responsabilidad de la seguridad social al Estado, el mutualismo ha venido solicitando a los parlamentarios el derecho a ser una alternativa de cotización para las personas. Nunca fue escuchado. A partir de 1980, el Estado le traspasó esa responsabilidad al sector privado (AFP, Isapres y Cajas de Compensación), dejando, nuevamente, fuera del tema a la mutualidad. Es evidente que en esta negativa hay un trasfondo político, pero también es cierto que el mutualismo, internamente, no ha tenido la fuerza para exigir el ser considerado como una opción válida de sistema de seguridad social. Hasta 1980, el mutualismo criollo debía responder, en cuanto a la legalidad, ante
Es paradójico observar cómo la mutualidad chilena es tan apegada y celosa de la legislación, siendo que, si analizamos su historia, se puede concluir, sin temor a equivocarse, que desde el comienzo, las leyes sociales y referidas al mutualismo, emanadas del Estado chileno, no han hecho más que entorpecer y hasta obstaculizar el desarrollo de este movimiento social.
Tan apegado a la legislación, que como la ley que rige a la confederación (ley 15.177, del 22 de marzo de 1963, y Reglamento 215, del 10 de junio de 1965) señala a las federaciones como provinciales, los mutualistas están esperando el cambio de la ley para poder llamarlas regionales…
Otra cosa legal que produce tensiones es el hecho de que, si bien las sociedades mutualistas son entidades de derecho privado,
Problemas y deficiencias
Para Margarita Uribe, presidenta de
Comúnmente, la dirigencia de la mutualidad criolla responsabiliza por su estancamiento a la norma que, en 1980, terminó con la afiliación obligatoria a
Margarita Uribe, al hacer un balance de su gestión, dijo que, si bien se hicieron valiosos adelantos, “faltó vida, movimiento, ir a los municipios, conectarse con otras organizaciones sociales, comunicación con la sociedad. Yo tenía la iniciativa, pero me encontré con una pared en el directorio. Estuve muy sola. Cada vez que quería innovar me decían: ‘Para qué buscas problemas. Si eso nunca se ha hecho, mejor no intentarlo’. Además, nos faltó tener planteamientos globales como confederación, en términos de políticas de desarrollo y planificación estratégica”, afirmó.
Potencia, cambio y proyecciones
Evidentemente, hay muchas fuerzas interesadas en que este gigante dormido no despierte jamás. El potencial del movimiento mutualista es enorme: la ayuda mutua es un importantísimo factor de la evolución humana; es un movimiento autogestionario, que es dirigido y controlado por sus miembros; es una escuela de formación valórica. Imaginemos que los 40.000 socios activos, pagaran cuotas de $ 5.000 mensuales. El mutualismo contaría con 200 millones de pesos mensuales para colocar en sus fondos.
Estamos en una oportunidad histórica para que el mutualismo renazca, y adquiera la fuerza suficiente para plantearse frente a la sociedad chilena como una alternativa real. Después de casi 15 años de sistema previsional privado, hay un gran segmento de la población desprotegido y descontento. Es ahí donde la mutualidad puede nutrirse de nuevos miembros, que la renueven y activen. En localidades, lugares de trabajo, etc., es posible organizar corporaciones mutuales, junto a sindicatos, cooperativas, asociaciones gremiales, organizaciones comunitarias, etc., formando redes de servicio social.
Para constituir una corporación mutual se requiere de 25 firmantes. El estatuto tipo puede ser solicitado en la oficina de partes del Ministerio de Justicia, o pedir una copia en
Hay señales de cambio en la mutualidad criolla. Por primera vez en su historia, el cargo de presidente de
Según Margarita Uribe, sería en las otras regiones del país donde se estaría dando mayor movimiento. “En provincia se lleva bien, porque se le da participación al adulto mayor y a los jóvenes. El norte funciona como equipo. Hacen seminarios consultivos en conjunto y otras actividades de información”.
La experiencia mutualista en otros países puede dar luces acerca de lo que podría llegar a ser la mutualidad criolla. Por ejemplo, son muy interesantes los casos de Colombia, Costa Rica, Argentina y Brasil, en donde las mutuales tienen gran número de asociados, entregan importantes beneficios e incursionan en campos diversos, como la vivienda, la producción, la organización laboral, además de los temas más tradicionales, como la salud, educación y servicios mortuorios.
Margarita Uribe, presidenta de
Contactos: Federación Mutualista de Santiago. Toro Mazotte 0112. Fono: 779 98 27. Confederación Mutualista de Chile. Moneda 2176. Fono/Fax: 699 4430. Casilla 104. Centro de Casilla.
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